En la noche tenebrosa de los primeros siglos del cristianismo, en que los emperadores romanos desencadenaron tormentosas persecuciones contra los cristianos, no dejaron de brillar, en el firmamento de la Iglesia, hombres distinguidos, varones ilustres por su sabiduría y santidad cuyos destellos iluminaban al mundo, para que no errara en el camino que le debía conducir a la verdadera salvación. A estos adalides de la causa católica se los llama apologistas. Uno de ellos fue San Apolinar, que floreció a mediados del siglo II. Ocupó este santo la sede episcopal de Alepo, y trabajó sin desmayos para lograr del emperador Marco Aurelio favor para los cristianos, inicuamente perseguidos. Aunque no era cosa fácil conseguir indulgencia del emperador, Apolinar lo consiguió en más de una ocasión, merced a la fuerza convincente de sus razones. Se ignora la fecha de su muerte, aunque se supone que fue el 8 de enero.
Títulos
Obispo y confesor
Festividad
08 Enero
Su nombre significa
Oración