Era Marciano natural de Roma y pertenecía a una familia de las más ilustres. Vivió mucho tiempo en Constantinopla, corte, a la sazón, del imperio. A instancias del patriarca fue ordenado de sacerdote y empleó toda su fortuna en aliviar a los podres y edificar y ornamentar, iglesias. Salía de noche para buscar necesitados y remediarlos. Una vez encontró un muerto, le tomó, lavó, ungió y amortajó, y después le levantó, diciéndole: «Dime si eres, con nosotros, participante de la caridad que está en Jesucristo.» Y sucedió, por la Inmensa bondad de Dios, que el difunto se mantuvo en pie como si estuviera vivo; y le abrazaba, dándole a entender cuánto complacía a Dios aquella obra de caridad. En el acto de consagración del templo en honor de Santa Anastasia, levantado con las limosnas de nuestro Santo, el cielo vistió a Marciano de una riquísima tela de oro y piedras preciosas que muchos envidiaron, acusándole al patriarca, el cual le llamó a su presencia para entender en el asunto; pero delante de él la túnica de Marciano se esfumó milagrosamente, lo cual fue motivo de conversión para muchos arrianos. A los diez días de enero del año 472 subió al cielo, dejando en pos de sí una luminosa estela de santidad.
Títulos
Presbítero
Festividad
10 Enero
Su nombre significa
Oración